Desplazamiento del delito

El desplazamiento se produce cuando los agresores cambian su comportamiento para evadir las acciones preventivas. Es lo opuesto a la difusión de   beneficios. Es una trampa probable pero lejos de ser inevitable. Varias revisiones muestran que muchos programas de prevención situacional tienen poca o ninguna evidencia de desplazamiento y, cuando se encuentra, raramente compensa las ventajas de la prevención. Esta teoría ve el crimen como algo que se mueve alrededor de las medidas en cinco formas principales: 1) el delito se mueve de un lugar a otro (geográfica); 2) el delito se mueve de un tiempo a otro (temporal); 3) el delito se dirige de un tipo de blanco a otro (blanco); 4) un método delictivo reemplaza a otro (táctico); 5) un tipo de crimen se sustituye por otro (tipo criminal). En cada caso, la teoría asume que los agresores están obligados a delinquir, sin importar los impedimentos que enfrenten.

Imagen correspondiente al artículo "La prevención de la delincuencia callejera mediante videocámaras. Regulación jurídica y eficacia", realizado por Díez Ripollés y Cerezo Domínguez, donde se estudiaron entre otros aspectos el desplazamiento del delito propiciado por la utilización de cámaras de videovigilancia.

Para Felson & Ronald (1998), el delito se puede prevenir reduciendo las oportunidades. De no ser así, nadie se tomaría la molestia de adoptar ciertas precauciones rutinarias como, por ejemplo, cerrar los coches y casas con llave, guardar el dinero en lugares seguros, aconsejar a los niños que eviten a los desconocidos y vigilar la casa de los vecinos cuando no están. De hecho, tomamos todas estas precauciones cada día de nuestras vidas. Estas acciones podrían a veces desplazar el riesgo de ataque delictivo a otros objetivos. Para que esto no ocurra y conseguir mayores reducciones generales de los riesgos delictivos, la policía, el gobierno y otras instituciones deberían poner en marcha acciones más amplias encaminadas a reducir las oportunidades. Una idea similar orienta muchos enfoques

para la prevención del delito, entre ellos:

–Métodos policiales orientados a la resolución de problemas.

–Arquitectura de espacios defendibles.

–Prevención del delito mediante el diseño ambiental.

–Prevención situacional del crimen.

Estos autores afirman que la reducción de las oportunidades no suele desplazar el delito. Todas estas formas de reducir las oportunidades de delinquir se han enfrentado a la misma objeción: no hacen más que cambiar el delito de lugar, pero no lo evitan. Esta teoría del “desplazamiento” considera que el delito es trasladado básicamente de cinco modos:

l  El delito puede ser trasladado de un lugar a otro (desplazamiento geográfico).

l  El delito puede ser trasladado de un momento a otro (desplazamiento temporal).

l  El delito puede ser desviado de un objetivo hacia otro (desplazamiento del     objetivo).

l  Un método de comisión del delito puede ser substituido por otro (desplazamiento táctico).

l  Un tipo de delito puede ser substituido por otros (desplazamiento del tipo de delito).

En cada caso, se parte de la base de que los delincuentes deben cometer un delito, independientemente de los impedimentos que deban afrontar o, expresado en términos coloquiales, “lo malo acaba saliendo”. Cualquiera que sea la base de esta asunción, no tiene en cuenta el importante papel causal de la tentación y la oportunidad. Incluso en el caso de los delincuentes más comprometidos, la teoría del desplazamiento atribuye demasiada poca importancia al papel causal de la oportunidad.

En muchos casos, las medidas preventivas disuaden a los delincuentes de realizar actividades delictivas adicionales. También pueden tener efectos positivos considerados en:

  1. reducir la delincuencia más allá del foco de las medidas, lo que se conoce como   difusión de beneficios; y
  2. reducir la delincuencia antes de que la medida sea realmente implantada, conocido como beneficios anticipados.

Sin embargo, las medidas preventivas no siempre logran los efectos deseados, algunas veces porque los delincuentes no están advertidos de las medidas establecidas. Por ejemplo, los criminales pueden continuar delinquiendo frente a la cobertura policial porque no perciben que el riesgo se ha incrementado. En otros casos, los delincuentes pueden ajustarse negativamente a las medidas implantadas. Esos ajustes negativos incluyen el desplazamiento y la adaptación a largo plazo.

l  El desplazamiento ocurre cuando los agresores cambian su comportamiento hacia otras acciones delictivas. El desplazamiento es lo opuesto a la difusión de beneficios. Es una trampa probable pero lejos de ser inevitable. Varias revisiones muestran que muchos programas de prevención situacional tienen poca o ninguna evidencia de desplazamiento y, cuando se encuentra, raramente compensa las ventajas de la prevención.

l  La adaptación se refiere a un proceso de largo plazo donde la población criminal en su conjunto descubre nuevas vulnerabilidades después de que las medidas preventivas han permanecido por un tiempo. Paul Ekblom, Ken Pease y otros investigadores, citados en Clarke & Eck (2003), a menudo usan la analogía de la carrera armamentista entre los previsores y los ofensores cuando discuten el proceso.

Quienes asumen que el desplazamiento es inevitable sobreestiman la capacidad de que éste ocurra. El ejemplo de los mercados de drogas lo demuestra. Se suele dar por supuesto que el cierre de un determinado mercado de drogas tendrá como consecuencia simplemente que los traficantes se trasladen a otro lugar cercano donde poder continuar con su negocio. Probablemente, el alcance del desplazamiento sea más limitado de lo que se suele pensar, aunque no significa que deba ser ignorado. La teoría de la elección racional predice que:

l  Los delincuentes desplazarán los delitos evitados cuando los beneficios del desplazamiento superen a los costes.

l  No desplazarán los delitos cuando los costes superen a los beneficios.

En suma, el desplazamiento siempre constituye una amenaza para la prevención, pero existen sólidas razones teóricas para creer que está lejos de ser inevitable. Además, los estudios sobre el desplazamiento indican que, incluso cuando éste ocurre, no es completo, y que se pueden conseguir importantes disminuciones netas de delito mediante medidas de reducción de la oportunidad.

Otra consecuencia de las medidas preventivas puede ser la difusión de beneficios. En lugar de que el delito sea exportado a otros momentos y lugares por las medidas preventivas, puede ocurrir que los beneficios de tales medidas adecuadamente focalizadas se extiendan más allá de los objetivos de la intervención. Existen muchos ejemplos de ello, entre otros:

–Cuando se instalaron unas cámaras de circuito cerrado de televisión (CCTV) para vigilar tres aparcamientos en la Universidad de Surrey, el delito descendió no sólo en esos aparcamientos, sino también en otro que no disponía de esa clase de vigilancia.

–Cuando se instalaron cámaras de CCTV en cinco autobuses de dos pisos de los ochenta que componían la flota del Norte de Inglaterra, el vandalismo de los escolares descendió no sólo en los vehículos que disponían de cámaras (tres de los cuales estaban equipados con cámaras simuladas), sino en toda la flota.

–Cuando los libros de una biblioteca de la Universidad de Wisconsin fueron etiquetados electrónicamente con una alarma acústica que se activaba si se retiraban ilegítimamente, no sólo descendieron los hurtos de libros, sino también los de cintas video y otros materiales que no habían sido etiquetados.

Para profundizar en un caso concreto sobre el concepto de desplazamiento, nos remitiremos al estudio realizado por Harocopos & Hough (2005): El Tráfico de Drogas en los Mercados al Aire Libre. En el mismo se pone de manifiesto que el efecto más frecuente de las estrategias preventivas contra los mercados de drogas es el desplazamiento. El desplazamiento ocurre cuando la acción en contra de un mercado de drogas hace que los participantes en el mercado cambien sus patrones de comportamiento, ya sea desplazándose de un lugar a otro, cambiando sus horarios de operación, cambiando su modo de operar o reemplazando el tráfico de de drogas por otras formas de actividad criminal. Los efectos del desplazamiento son difíciles de medir – especialmente en casos en que el mercado se encuentra distribuido en un gran sector–. Las acciones para hacer cumplir la ley en el Lower East Side de Nueva York tuvieron éxito en la reducción de las actividades asociadas a las drogas en el vecindario local; sin embargo, debido a la dimensión del sector involucrado, fue difícil comprobar si el mercado se trasladó a otras partes de la ciudad. No obstante, se ha argumentado que aun si se produce el desplazamiento, puede ser preferible que el crimen se diluya en un área más extensa.

Dicho estudio establece que también hay un argumento a favor de desplazar los métodos de transacción de los mercados abiertos a los de mercados cerrados menos visibles, si la comunidad tiene un alto grado de preocupación acerca del tráfico de drogas abierto. En resumen, el hecho de que el desplazamiento puede ocurrir no socava en sí mismo los beneficios de las estrategias desplegadas en contra de los mercados de drogas. Es esencial intentar anticipar tanto la forma de cualquier desplazamiento como su magnitud. En algunas circunstancias, desplazar el mercado, ya sea a otros sectores geográficos o a ubicaciones cerradas, puede ser considerado como un éxito parcial.

Como ya se ha referido anteriormente, la teoría de la elección racional predice que los delincuentes se desplazarán cuando los beneficios de sus delitos son más bajos que los costos. Por ejemplo, a principios de 1990, la policía de Nueva York desplegó su equipo antinarcóticos en varios barrios con altos niveles de venta de drogas. Los vendedores respondieron cambiando sus puntos de venta de las calles a los interiores de los edificios departamentales. Pero otros numerosos estudios han descubierto que el desplazamiento no ocurrió en absoluto, o sólo en una extensión limitada.

Como citan Clarke & Eck (2003), los costos de desplazamiento para los delincuentes fueron más altos que las ganancias a obtener y congenian con el argumento de que el desplazamiento ocurre mucho menos de lo que comúnmente se cree. Este es el consenso de cuatro revisiones distintas acerca del desplazamiento, realizadas en Reino Unido, Canadá, Estados Unidos y Holanda. La revisión holandesa (la más reciente) reportó que en 22 de 55 estudios alrededor del mundo donde se examinó el desplazamiento, no se encontró ninguna evidencia del mismo. En los restantes 33 estudios, en los cuales se encontró algún tipo de desplazamiento, solo algunos de los delitos aparecieron desplazados. En ningún caso la cantidad de delincuencia desplazada fue igual a la cantidad prevenida y en ninguno de estos casos el desplazamiento derivó en un incremento de la delincuencia.

El desplazamiento es normalmente limitado porque los delincuentes tienen dificultades para adaptarse rápidamente. Si hacen cambios, es más probable que cambien lugares, tiempos, blancos, tipos delictivos que sean similares a aquellos que están bloqueando los programas preventivos porque son lo más sencillo de hacer para ellos. Esto sugiere que el desplazamiento puede predecirse anticipando los cambios más fáciles que podría hacer el delincuente. Si son cambios obvios, entonces el analista debe considerar como incorporarlos en su plan de prevención. Y si no es posible incluirlos, entonces se debe considerar monitorearlos para detectar el posible desplazamiento.

En definitiva, el desplazamiento siempre es una treta, pero existen fuertes razones teóricas para creer que está lejos de ser inevitable. Además, los estudios de desplazamiento muestran que aún cuando puede ocurrir, estará lejos de compararse con las importantes reducciones del delito que se pueden lograr con las medidas de reducción de oportunidades.

Las investigaciones en busca de desplazamiento en ocasiones se han encontrado precisamente lo opuesto. Más que encontrar que la delincuencia ha variado hacia otro lugar o tiempo, han encontrado que el delito se ha reducido más de lo esperado, más allá del centro de acción de las medidas.

Veamos en la Tabla 1 como correlaciona el desplazamiento y la difusión de beneficios para el robo en apartamentos de acuerdo con el análisis de Clarke & Eck (2003).

Desplazamiento 1

El desplazamiento geográfico ocurre cuando la intervención bloquea las oportunidades de delinquir en una instalación o un área y los agresores se mueven a otras instalaciones o áreas para continuar agrediendo. El desplazamiento temporal también surge de la prevención exitosa, pero en este caso los agresores cambian en el tiempo a otras horas o días.Tabla 1

Si ocurre un desplazamiento geográfico o temporal, es más probable que se mueva el delito a lugares y tiempos muy similares a los lugares y tiempos afectados por la prevención.Tales cambios requieren esfuerzos, aprendizaje y el riesgo para los agresores de cambiarse a lugares y tiempos muy diferentes. Es más fácil que los agresores intenten esperar que se pase el efecto de la respuesta, serán los lugares más familiares y las horas más cercanas las que tendrán la posibilidad más alta de recibir el desplazamiento delictivo.

Para comprobar si se produce este desplazamiento geográfico o temporal, se seleccionarán dos áreas en comparación como parte de las evaluaciones: una cercana al área en tratamiento que tenga oportunidades delictivas similares para detectar el desplazamiento geográfico y difusión, y que la otra sirva como área de control. El área de control debe estar protegida de la contaminación por desplazamiento por la distancia o alguna otra barrera (p. e. una autopista o un río). La selección válida de las áreas de control y desplazamiento requiere que se tenga alguna idea de los patrones normales de movimiento de los agresores; así, el área de control debe estar fuera de su territorio de acción, mientras que el área de desplazamiento debe estar dentro de él.

El desplazamiento temporal puede ser más sencillo para lo agresores que el desplazamiento geográfico porque requiere menos esfuerzo. El desplazamiento temporal puede ocurrir entre las 24 horas del día si, por ejemplo, la prevención está restringida a ciertas horas pero deja otros periodos sin protección. Si la evaluación compara los tiempos de las respuestas preventivas con los tiempos sin respuesta preventiva, puede ocurrir una contaminación de controles temporales.

El esperar que acabe la prevención es una forma común de desplazamiento temporal. Los operativos son particularmente vulnerables a esta forma de cambios temporales porque son temporales por definición. Si puede ser mantenida una intervención (a diferencia de un operativo), entonces así los agresores no pueden esperar que acabe. Entonces enfrentan la dificultosa opción de mudarse a lugares o blancos menos atractivos o aplicando nuevas tácticas o cometer otros delitos. Si esas opciones son muy difíciles, no recompensables, peligrosas, o poco atractivas de otra forma, ellos pueden cometer menos delitos.

El desplazamiento de blancos trata sobre el cambio de los agresores de blancos recientemente protegidos a otros blancos. En 1970, cuando se empezó a implantar el bloqueo del volante en todos los autos nuevos vendidos en Gran Bretaña, los robos de autos nuevos cayeron en un 20.9% de todos los autos nuevos robados en 1969, a 5.1% en 1973. Sin embargo, la tasa general de robos de auto se mantuvo constante porque los ladrones cambiaron de los autos recién protegidos a los vehículos más antiguos, sin esa protección. Este es uno de los pocos casos documentados donde el desplazamiento echó a perder la mayoría de la ganancia lograda con la prevención, al menos en el corto plazo. Para un periodo más largo, estos dispositivos redujeron los robos de auto para uso temporal. Como lo ilustra este caso, para los agresores es fácil cambiarse a blancos muy similares. El desplazamiento de blancos es menos probable cuando los blancos alternativos son diferentes a los blancos originales.

El desplazamiento táctico ocurre cuando los agresores cambian sus tácticas o procedimientos. Pueden utilizar herramientas distintas para romper mejores candados, por ejemplo. O los hackers pueden alterar sus programas para traspasar mejoras en la seguridad del software. En medicina, una bacteria puede mutar rápidamente, por lo que mientras el medicamento solo es efectivo para una especie de bacteria, lo es menos en las cepas mutantes, las cuales prevalecen. Una forma de cuantificar esto es a través del uso de tratamientos de “amplio espectro” que son efectivo para una gran cantidad de mutaciones. De forma similar las respuestas de “amplio espectro” sirven para proteger un blanco de los distintos métodos existentes usado por los agresores, así como de las modificaciones a esas tácticas. Las intervenciones de amplio espectro requieren que los agresores hagan grandes cambios a su comportamiento, los que quizás no sean capaces de lograr. Paul Ekblom, citado en Clarke & Eck (2003) describe el desplazamiento de tácticas siguiendo la instalación de barreras en las oficinas de correos de Gran Bretaña para prevenir robos en mostrador, para lo cual, después de la instalación de ventanas de vidrio reforzado, los ladrones intentaron usar mazos para quebrarlas. Sin embargo, este cambio de tácticas no fue particularmente exitoso y el desplazamiento fue limitado. Esas barreras son un ejemplo de una intervención de amplio espectro ya que fue capaz de vencer nuevas tácticas.

En el desplazamiento de tipos de delito los agresores se pueden cambiar del robo de vehículos estacionados al robo de vehículo a mano armada o al robo de autopartes. A veces se evalúan las respuestas de un tipo de delito comparando su tendencia con otro delito similar que no ha recibido una respuesta preventiva. Por ejemplo, se podría seleccionar el robo de vehículo con violencia como control para la evaluación una intervención contra el robo de vehículos sin violencia.

Aplican los mismos principios de contaminación y protección al desplazamiento táctico y de delito que los vistos con otras formas de desplazamiento. Si la táctica o el tipo de delito son muy similares a la táctica o tipo de delito que se está enfrentando, entonces el desplazamiento podría contaminar los controles. Las tácticas y tipos de delitos más diferenciadas tienen menos probabilidad de sufrir contaminación. Pero si son muy diferentes no serán un control útil.

No existe una solución perfecta a este problema y se deben cumplir los compromisos. La consecuencia es que normalmente es difícil conocer si el desplazamiento está ocurriendo y hay dificultades para juzgar la efectividad de la intervención. La composición de estas dificultades nos lleva a pensar en que puede haber un desplazamiento múltiple y simultáneo. De hecho, algunas veces, una forma de desplazamiento necesitará de otra para funcionar. El desplazamiento de blanco puede requerir un cambio en las tácticas y si lo nuevos blancos no están el mismo lugar que los antiguos, habrá un desplazamiento geográfico también.

Se puede subestimar drásticamente los efectos de la intervención si no se considera la difusión de beneficios. Puede concluir que la intervención no valió la pena o que falló en la erradicación del problema. Esto es particularmente cierto cuando la difusión contamina su grupo de control. Los grupos de control muestran lo que podrían pasar con el problema si no se hiciera nada. Necesitan ser tan similares al grupo en tratamiento como sea posible, pero no deben ser influenciados por el tratamiento. Si la prevención se difunde en el área de control, se tendrá la impresión errónea de que las cosas habrían salido mejor si no se hubiera instrumentado una respuesta. Esta conclusión inválida ocasionará que se subestime la efectividad del programa.

Kate Bowers y Shane Johnson, citados en Clarke & Eck (2003), sugieren dos formas de seleccionar las áreas de control cuando es posible tener                                               desplazamiento o difusión de beneficios. La primera es crear dos zonas                                                   concéntricas alrededor del área en tratamiento. La prevención se podría                                                   difundir en la zona adyacente al área de trabajo pero no contaminaría la zona                                                   fuera del área de control. Esto es factible si las áreas de control y tratamiento son                                                   muy similares y las difusiones o desplazamientos no alcanzan la zona de                                                   control. Si no se cumple con estas condiciones, entonces debe usarse la                                                   opción 2. Aquí se usan los sitios de                                                difusión/desplazamiento cercanos al área en tratamiento, pero las áreas de control                                                   están ampliamente separadas de las áreas en tratamiento y las dedifusión/desplazamiento. Los controles son seleccionados específicamente por su similitud y aislamiento del área en tratamiento. Las áreas con controles múltiples pueden seleccionarse así y promediarse sus tasas de delitos.

Para determinar el efecto total de la respuesta al problema (incluyendo cualquier efecto de difusión o desplazamiento) es necesarior responder a cuatro preguntas. Cada una es una fórmula matemática sencilla. La composición de ellas sigue este patrón:

•   R es el número o la tasa de delitos en el área de respuesta.

•   D es el número o la tasa de delitos en el área de difusión/desplazamiento.

•   C es el número o la tasa de delitos en el área de control.

•   Los subíndices, a y d, indican cuándo se contabiliza un delito, antes o después de la respuesta. Por ejemplo Ra es la tasa de delitos en el área de respuesta antes de que ésta fuera implantada y Cd es la tasa de delitos en el área de control después de         implantada la respuesta.

1. ¿Cambió el problema después de la respuesta? Se restarán los datos del delito en el área de tratamiento antes de la respuesta con los delitos después de la respuesta para obtener el Efecto Global (EG):

 EG = Rd-Ra

Un número positivo indica una reducción en el problema. Cero indica que no hay cambios. Y un número negativo indica que las cosas empeoraron.

2. ¿Fue la respuesta la causa más probable del cambio? Browers y Johnson sugieren buscar en la diferencia entre los cocientes del área de control antes y después, que es la división de la respuesta antes con el área de control antes de la respuesta, menos los resultados después de la respuesta dividido por el área de control después de la respuesta. Esto es el Efecto Neto Total (ENT):

ENT=Ra/Ca-Rd/Cd

Si el Efecto Neto Total es cercano a cero, probablemente la respuesta fue inefectiva, y si el Efecto Neto Total es negativo, probablemente la respuesta empeoró las cosas. En cada caso, el desplazamiento y la difusión son irrelevantes, por lo que el analista no puede detenerse en la respuesta a esta pregunta. Pero si el Efecto Neto Total es positivo, existe razón para creer que la respuesta pudo haber causado la mejoría. Esto incrementa las posibilidades de difusión y desplazamiento, así que es necesario responder a la siguiente pregunta.

3. ¿Cuál es el tamaño relativo del desplazamiento o la difusión? Bowers y Johnson proponen usar el Cociente Mesurado de Desplazamiento (CMD) para medir esto:

CDM=(Dd/Cd-Da/Ca) / (Rd/Cd- Ra/Ca)

D es la tasa de delitos en el área de difusión/desplazamiento después del programa y Db es la tasa de delitos en el área antes del programa. La parte inferior (denominador) es una medida de la efectividad de la respuesta, relativa al control. Un programa efectivo producirá un número negativo en el denominador. La parte superior (numerador) muestra la cantidad relativa de difusión o desplazamiento. El numerador es negativo cuando se presenta difusión y positivo cuando hay desplazamiento. Si es cercano a cero, esté presente uno u otro y el CMD es cero (se podrá saltar la pregunta     4). Si el CMD es positivo, existe difusión y es más grande que 1 entonces el efecto de difusión es más grande que el efecto de la respuesta. Si el CMD es negativo, existe desplazamiento. Cuando el CMD está entre cero y 1, se produjo algún desplazamiento pero no total, a los efectos de la respuesta. Teóricamente, el CMD podría ser menor que -1, indicando que la respuesta empeoró las cosas. Sin embargo, la investigación sugiere que es una ocurrencia poco probable.

4. ¿Cuál es el Efecto Neto Total de la respuesta (incluyendo difusión y     desplazamiento)?

ENT=[Ra*Cd/Ca-Rd]+[Da*Cd/Ca-Dd]

La primera parte muestra el efecto de la respuesta en el área en tratamiento. Mientras más efectivo éste, más grande es este término. La segunda parte muestra el nivel de difusión o desplazamiento. Será positivo cuando haya difusión y negativo cuando haya desplazamiento. Mientras más positivo sea el ENT, es más efectiva la respuesta.

 

Estudiando los escenarios del delito, no sólo podemos comprender los actos delictivos de un modo más completo, sino que también podemos obtener más conocimientos sobre los patrones y las tendencias delictivos. Pero, además, los escenarios tangibles del delito abren un nuevo mundo a la teoría del delito. Los criminólogos ya no tienen que permanecer confinados en abstracciones o discusiones sobre la clase, la raza o los coeficientes intelectuales. También pueden tratar con el aquí y ahora de la vida cotidiana, en concreto con las características del mundo que gobiernan nuestros movimientos, dan forma y coherencia a nuestras vidas y estructuran nuestras elecciones y decisiones, incluidas las que se refieren al delito. Combinando la experiencia de primera mano con información sobre delitos rutinarios, los criminólogos pueden enriquecer la empresa teórica.

Al aceptar la oportunidad como una causa del delito, se abre además una nueva visión de las políticas de prevención del delito centradas en la reducción de la oportunidad. Estas políticas no son únicamente un complemento de los esfuerzos existentes para disminuir propensiones individuales a cometer delitos mediante programas sociales y comunitarios o la amenaza de sanciones penales. Al contrario, estas nuevas políticas operan en circunstancias más cercanas al acto delictivo y, por tanto, ofrecen más oportunidades de reducir el delito inmediatamente. Esta promesa ha ganado credibilidad a la luz de descubrimientos recientes sobre el desplazamiento y la difusión. El desplazamiento raramente, por no decir nunca, implica que se pierdan todos los logros de las medidas focalizadas de reducción de la oportunidad. A veces la difusión de beneficios tiene como resultado la reducción del delito más allá del foco de tales medidas.   En otras palabras, aceptar que la oportunidad es una causa de delito, igual en importancia a las variables personales y sociales que se suelen considerar causas, conduce a una criminología que no solamente es más completa en su elaboración teórica sino que además es más útil a la política y la práctica. Ello significa también que mucho del trabajo de prevención llevado a cabo por la policía, la seguridad privada y el personal de las empresas en la reducción de las oportunidades delictivas se ocupa plena y directamente de las causas básicas del delito.

El Diccionario de la RAE define DESPLAZAMIENTO como acción y efecto de desplazar. Que a su vez define como mover o sacar a alguien o a algo del lugar en que está. Trasladarse, ir de un lugar a otro. Pues bien, aunque obviamente el término tiene un sentido más amplio que el planteado en este trabajo, cuando tratamos de contextualizarlo, entendiendo el contexto como el envolvente sociocultural de los significados, vemos que la definición es muy aproximada a la que se deduce del término estudiado dentro de las teorías criminológicas. Que entienden el desplazamiento como una consecuencia de las acciones llevadas a cabo para la prevención del delito y donde este desplazamiento se produce cuando los agresores cambian su comportamiento para evadir las acciones preventivas. En el mismo sentido, la teoría de la elección racional predice que los delincuentes se desplazarán cuando los beneficios de sus delitos son más bajos que los costos.

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