La palabra trauma viene del griego que significa herida. El punto central del trastorno es el trauma, es decir, el impacto emocional de un suceso que es capaz de provocar manifestaciones físicas y psicológicas (Carvajal, 2002).
Cuando se habla de acontecimiento traumático la APA lo describe como una situación psicológicamente estresante que sobrepasa las experiencias de la vida y que afectarán a todas las personas provocando miedo, terror y desesperanza, llegando a convertirse en una seria amenaza para la integridad física o para la propia vida. El trauma se vincula con numerosos hechos como los desastres naturales, accidentes, o provocados por el hombre. Ese acontecimiento hará que el organismo reaccione, y nos demandará una serie de acciones, que dependiendo del contexto biopsicosocial del sujeto será posible o no afrontarlas.
El impacto no será igual en todas las personas, puede durar de segundos a meses. Éstos pueden ocurrir de forma aislada o reiterada, las consecuencias pueden ser físicas, psicológicas y sociales, a nivel individual o grupal y originar diversas manifestaciones clínicas. La razón de que no todas las personas lleguen a desarrollar el trauma es por las respuestas psicológicas, es decir, según el significado que la persona le dé al hecho traumático, y eso va a depender del tipo e intensidad del acontecimiento, la biografía de la persona, los factores biológicos, factores sociales y el contexto.
El TEPT es un trastorno que se configura como una reacción emocional intensa ante un suceso experimentado como traumático. El suceso traumático los podemos dividir en experiencias traumáticas, desastres naturales, guerras, accidentes y actos de violencia. Se caracteriza por la aparición de alteraciones cognitivas. Las personas que lo padecen tienen la sensación de que su vida se ve amenazada porque creen que no tienen control sobre ellos mismos, su medio ambiente y que creen que son vulnerables. Estos acontecimientos van a alterar los procesos cognitivos, emocionales y volitivos, añadiendo la dificultad de integrarlo en la conciencia personal.
Las reacciones pueden ser transitorias o durar a largo plazo. El estresor tiene la capacidad de producir el trastorno, pero lo que realmente lo desencadena es la percepción que se tiene de éste, esa percepción dependerá del acontecimiento y las características de la persona (Carvajal, 2002).
Si nos vamos a la definición del trastorno al DSM-V nos vamos a encontrar con lo siguiente (APA, 2014):
El Trastorno de Estrés Postraumático se ha incluido dentro de los trastornos relacionados con traumas y factores de estrés.
Trastorno de Estrés Postraumático:
A. Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, de una (o más) de las formas siguientes.
- Experiencia directa del suceso traumático.
- Presencia directa del suceso ocurrido a otros.
- Conocimiento de que el suceso traumático ha ocurrido a un familiar próximo o a un amigo intimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso ha de haber sido violento o accidental.
- Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso traumático.Nota: el criterio A4 no se aplica a la exposición a través de medios electrónicos, televisión, películas o fotografías, a menos que esta exposición esté relacionada con el trabajo.
B. Presencia de uno (o más) de los síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso traumático, que comienza después del suceso traumático:
- Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios, e intrusivos del suceso traumático.
- Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño está relacionado con el suceso traumático.
- Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el sujeto siente o actúa como si se repitiera el suceso traumático. (Estas reacciones se pueden producir de forma continua, y la expresión más extrema es una pérdida completa de conciencia del entorno presente.)
- Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso traumático.
- Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso traumático.
C. Evitación persistente de estímulos asociados al suceso traumático, que comienza tras el suceso traumático, como se pone de manifiesto por una o las dos características siguientes:
- Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso traumático.
- Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente relacionados al suceso traumático.
D. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso traumático, que comienzan o empeoran después del suceso traumático, como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:
- Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso traumático (debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión cerebral, alcohol o drogas)
- Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo (p. ej., “estoy mal”, “no puedo confiar en nadie”, “el mundo es muy peligroso”, “tengo los nervios destrozados”)
- Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del suceso traumático que hace que el individuo se acuse así mismo o a los demás.
- Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, enfado, culpa o vergüenza)
- Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas.
- Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás.
- Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos).
E. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso traumático, que comienza o empeora después del suceso traumático, como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:
- Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.
- Comportamiento imprudente o autodestructivo.
- Respuesta de sobresalto exagerada.
- Problemas de concentración.
- Alteración del sueño.
F. La duración de la alteración (Criterios B, C D y E) es superior a un mes.
G. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro de lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
H. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento, alcohol) o a otra afección médica.
Especificar si:
Con síntomas disociativos: los síntomas cumplen los criterios para el trastorno de estrés postraumático y, además, en respuesta al factor de estrés, el individuo experimenta síntomas persistentes o recurrentes de una de las características siguientes:
- Despersonalización: Experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de desapego como uno mismo fuera un observador externo del propio proceso mental (p. ej., como si soñara, sentido de la irrealidad de uno mismo o del propio cuerpo, o de que el tiempo pasa despacio)
- Desrealización: Experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno (p. ej., el mundo alrededor del individuo se experimenta como irreal, como un sueño, distante o distorsionado).
Nota: para utilizar este subtipo, los síntomas disociativos no se han de poder atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., desvanecimiento durante la intoxicación alcohólica) u otra afección médica (p. ej., epilepsia parcial compleja).
Especificar si:
Con expresión retardada: Si la totalidad de los criterios diagnósticos no se cumplen hasta al menos seis meses después del acontecimiento (aunque el inicio y la expresión de algunos síntomas puedan ser inmediatos).