Este acoso psicológico permanente y reiterado, trae consigo una serie de consecuencias, las cuales no solo afectan a las personas que sufren el acoso, sino que también se ven afectadas la empresa y la sociedad.
Así pues, encontramos:
Consecuencias para la víctima: La persona que ha sufrido el acoso, ha tenido que soportar además el que su salud se fuera poco a poco deteriorando dando lugar a trastornos psicopatológicos, así como muchas otras alteraciones en su capacidad que han afectado a su vida rutinaria. Entre estas consecuencias se destacan:
- Consecuencias físicas:
- Trastornos gastrointestinales: dolores de estómago, náuseas, vómitos, pérdida del apetito, etc.
- Trastornos cognitivos: pérdida del interés, dificultad para centrarse, enlentecimiento de las actividades, lo que aumenta las probabilidades de sufrir accidentes laborales.
- Hiperactivación: irritabilidad, agitación, agresividad.
- Desajustes del sistema nervioso: sudoración, palpitaciones, taquicardias, sofocos, etc.
- Desgaste físico: como dolores musculares generales.
- Trastorno del sueño: insomnio, dificultad para conciliar el sueño, sueños recurrentes.
- Consecuencias psicológicas:
- Pérdida de la confianza y la autoestima en un mismo, deterioro de las capacidades laborales; desvaloración personal; sentimientos de culpabilidad, sensación de malestar intenso al someterse a situaciones que recuerden al hecho, sensación de estar reviviendo el acontecimiento traumático, pesimismo, inseguridad emocional, torpeza, indecisión, contemplar el futuro como incierto y negativo, etc.
- De igual forma, la víctima puede llegar a desarrollar trastornos psicológicos como: insomnio, angustia, hipervigilancia, irritabilidad, pánico, y los más comunes; baja autoestima, ansiedad, estrés y depresión.
Todo esto, puede dar lugar a bajas laborales, las cuales el hostigador emplea para recalcar su bajo rendimiento.
En los casos más severos se ha llegado a dar Trastornos de Estrés Post-Traumático y Suicidio.
- Consecuencias en su entorno:
A nivel social, la víctima ha perdido todas las redes de apoyo con respecto a sus compañeros de trabajo debido a la situación sufrida. Además, el hecho de haberse ido aislando socialmente ha podido contribuir a la pérdida de relaciones o amistades con las que contaba fuera del entorno laboral. Esto ha podido aumentar su agresividad y conflictividad con amigos y familiares.
Por último, tras abandonar su trabajo (de manera voluntaria o forzosa), su economía se ha entorpecido, por lo que ya no cuenta con los mismos medios económicos. Así pues, tanto su sostenibilidad como su independencia económica se han visto en cierta medida frustradas. De igual forma, y en vistas a la búsqueda de un nuevo empleo, la víctima va a encontrarse dificultades para emplearse, pues cree que su situación se repetirá. En algunos casos, esa empleabilidad futura se ve mellada por informes calumniosos que la víctima recibe por parte de su antigua empresa.
Consecuencias para la empresa o para la organización: En primer lugar, la empresa ha perdido a los profesionales que hasta el momento se encontraban trabajando para ella; por lo que de esta pérdida se desprende también la del potencial intelectual. Se quiebra la funcionalidad del empleo. Asimismo, toda esta situación ha podido suponer para la empresa un problema económico, pues se disminuye la productividad, y aumentan las probabilidades de acudir a litigios judiciales. Finalmente, el hecho de que el capital humano de una empresa no funcione como se esperaba, puede dar lugar a una imagen desprestigiosa de la organización.
En último lugar, las consecuencias para la sociedad: éstas suponen la pérdida económica en cuanto a bajas o pagas se refiere; y, sobre todo, se ha visto mermado el avance social, en el que toda persona tiene derecho al trabajo en unas condiciones dignas; por tanto, se ha reforzado de algún modo la discriminación. De igual forma, a vistas del resto de ciudadanos se ha ratificado que el trabajo es un castigo al que hay que acudir, y del que no te sientes satisfecho, así como que prima la ley del más fuerte en algunos aspectos; esto les lleva a desconfiar de la justicia.