Grupos de odio o “Hate groups”
Los grupos de odio o “hate groups” son organizaciones de individuos cuyas creencias o prácticas atacan o difaman una clase de gente, típicamente por sus características inmutables, como la raza o la orientación sexual, pero a veces también por sus características mutables, como las creencias religiosas (Southern Poverty Law Center, 2010; citado en Ryan & Leeson, 2011). Los grupos de odio incluyen organizaciones como el Ku Klux Klan, grupos neo-Nazis, grupos de nacionalistas blancos, o grupos separatistas negros entre otros.
Los grupos de odio están actualmente en aumento. Se estima que existen más de 500 grupos de este tipo. La evidencia (Anderson, Dyson & Brooks, 2002) sugiere que el número de miembros en estos grupos está aumentando de forma alarmante debido a la posibilidad de ser miembro de forma anónima a través de Internet.
Además, un estudio (Dunbar, 1999, citado en Craig, 2002) ha encontrado que los perpetradores que se jactan de su pertenencia a grupos de odio o poseen objetos materiales o simbólicos significando la asociación con un grupo organizado de odio, llevan a cabo formas de agresión más predatorias.
No obstante, se estima que solo una minoría de los crímenes de odio son en realidad llevados a cabo por miembros de grupos de odio (Ezekiel, 1995; Kevin & McDevitt, 1993, citado en Craig, 2002).
El discurso de odio o “Hate speech”
Estrechamente relacionado con los crímenes de odio encontramos el discurso del odio o “hate speech”. El discurso del odio es cualquier forma de expresión dirigida a objetos de prejuicio que los autores usan para herir o denigrar a su destinatario por su diferencia real o percibida (Boeckman & Turpin-Petrosino, 2002). Son formas de expresión que demuestran, alientan o son motivadas por la hostilidad hacia un grupo o hacia una persona por pertenecer a ese grupo.
Lawrence, Matsuda, Delgado, Crenshaw, 1993 (citado en Boeckman & Turpin-Petrosino, 2002) definen el discurso del odio como un discurso que (1) tiene un mensaje de inferioridad racial, (2) está dirigido contra un miembro de un grupo históricamente reprimido, y (3) es persecutorio, odioso y degradante.
Este discurso no está limitado a los enfrentamientos cara a cara o a los gritos de una multitud; puede aparecer en camisetas, posters, pizarras de las clases o en tablones de anuncios de los estudiantes (Downey & Stage, 1999).
Sin embargo el discurso de odio y los crímenes de odio son diferentes en cuanto que el discurso de odio implica una expresión, aunque cruda y ofensiva, mientras que el crimen de odio implica un acto criminal. Es decir, el discurso de odio es de naturaleza verbal mientras que el crimen de odio es de naturaleza física. Por tanto, el discurso discriminatorio o insultante no es un crimen de odio porque no tiene una infracción criminal de base.
No obstante la incitación directa e inmediata a la realización de actos criminales está prohibida, y cuando ésta ocurre con motivo de un prejuicio debe ser categorizada como un crimen de odio.
Incidentes motivados por odio o “Hate-motivated incidents”
Según la guía de la OSCE “Preventing and responding to hate crimes” (2009), un acto que implica un prejuicio por razón de raza, nacionalidad, etnicidad, orientación sexual, religión, género o discapacidad, pero que no llega a ser un crimen es un “incidente motivado por el odio” o “hate-motivated incident”. El término describe actos motivados por prejuicios que van desde simplemente ofensas hasta actos que son constitutivos de un crimen pero que éste no ha sido probado.
Así, esta guía señala que aunque los incidentes motivados por el odio no siempre implican un crimen, éstos a menudo preceden, acompañan o proporcionan las circunstancias para los crímenes de odio.
Discriminación
El concepto “discriminación” se refiere a un trato menos favorable de una persona en la base de alguna característica protegida, como el origen racial o étnico, o el género. La discriminación es diferente de los crímenes de odio por cuanto no tiene una infracción criminal de base (Hate crime laws: a practical guide, 2009).
Genocidio
El genocidio requiere la intención de destruir – por completo o en parte – un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Esto los diferencia cualitativa y cuantitativamente de los crímenes de odio, ya que se trata de crímenes internacionales que requieren actos de violencia amplios y sistemáticos (Hate crime laws: a practical guide, 2009).
Xenofobia
La “xenofobia” se define como la hostilidad hacia aquellos que son “extranjeros”. Los agresores cuyos actos se basan en motivos xenofóbicos pueden dirigirse hacia un amplio rango de grupos, como aquellos que son vistos por el autor como comprometedores de la unidad de su país o la identidad de su colectivo nacional. Por tanto, pueden dirigirse hacia minorías raciales, étnicas o religiosas, así como a los que apoyan esas minorías (Prosecuting hate crimes: a practical guide, 2014).
Según la guía Prosecuting hate crimes, publicada por la OSCE en 2014, es más probable que los crímenes xenofóbicos sean perseguidos por las leyes anti-terrorismo que como crímenes de odio. Aunque los crímenes de odio y el terrorismo se solapan, los crímenes de terrorismo normalmente tienen la intención de ejercer presión en los gobiernos y tienen objetivos políticos, mientras que los crímenes de odio no tienen dichos objetivos.