La mayoría de los autores coinciden con que las características biológicas, psicológicas y sociales de una persona inciden en su victimización (Cabrera, 2010; Morillas, Patró y Aguilar, 2011). Collado (2010) divide estos factores victimógenos en predisponentes, preparantes y desencadenantes. Morillas, Patró y Aguilar (2011) consideran que las variables que inciden en el proceso de conversión en víctima pueden tener distinta naturaleza: biológicos, físicos, ambientales, comportamentales, socio-culturales, económicos, etcétera.
Rodríguez (2013) explica que otros autores “(…) hablan de factores victimo-impelentes y victimo-repelentes. Los primeros impulsan al sujeto a una situación víctimal y los segundos le protegen de ella. A la victimización se llega cuando los factores victimo-repelentes no son suficientes para compensar los victimo-impelentes” (p. 467).
Cabrera (2010) aporta una clasificación más general en factores endógenos y exógenos, la cual desarrollamos a continuación:
Factores endógenos
Corresponden a factores inherentes a las personas y pueden dividirse en biológicos y psicológicos. Como ejemplos de los primeros tenemos los siguientes:
- Padecimientos físicos: Una persona con minusvalías físicas o psíquicas es proclive a convertirse en víctima debido a su imposibilidad de defenderse ante ataques. “La sensopercepción, relacionada con los órganos de los sentidos tiene influencia lógica en la victimización, las fallas sensoriales (olfativas, visuales, auditivas, gustativas, etc.) nos hacen vulnerables ante ciertos delitos” (Rodríguez, 2008).
- Edad: Las personas de cierta edad son más propensas a ser victimizadas; tal es el caso de los menores de edad y ancianos. Generalmente la primera victimización se sufre entre los 10 y 20 años, al igual que los primeros actos
- Sexo: Los varones son víctimas de delitos de lesiones en un porcentaje mucho más elevado que las mujeres. En cambio, las mujeres suelen ser objeto mayor de agresiones sexuales, robos e injurias que los Entre los factores psicológicos figuran características de la personalidad que pueden resultar riesgosas (Turvey, 2011) como:
- Agresividad: Las personas que son más agresivas y que tienden a la confrontación tienden provocar conductas agresivas en
- Impulsividad: Los comportamientos impulsivos se ejecutan sin planificación o previsión. Como consecuencia, los individuos impulsivos generalmente no están preparados para afrontar los retos que se les presentan y no logran evalúan las consecuencias de sus
- Comportamiento autodestructivo: Algunas personas se involucran en conductas que rutinariamente les producen daño. Su comportamiento va desde la imprudencia hacia acciones abiertamente autodestructivas como conducir con exceso de velocidad, consumir alcohol en exceso o comer demasiado rápido, tomar medicamentos en dosis mayores a las prescritas, entre
- Pasividad: Los individuos pasivos son aquellos que permiten o aceptan las acciones y decisiones de los demás, sin cuestionarlas o desafiarlas. Esta pasividad puede persistir incluso cuando se ponen en situaciones que les exponen a daños.
- Autoestima baja: Las personas con baja autoestima son más propensos a estar deprimidos, a participar en comportamientos autodestructivos y a que otras personas se aprovechen de ellas. La baja autoestima puede crear un fuerte deseo de ganar y mantener la aprobación de los demás, la cual es una tendencia que puede ser objeto de abuso por parte de personas con malas intenciones. En algunas personas, la baja autoestima puede conducir a la creencia de se merece ser
- Comportamiento sexual aberrante: La promiscuidad sexual puede llevar a un aumento de la exposición a enfermedad de transmisión sexual y a conocer amantes celosos o posesivos. Las conductas sexuales extremas pueden llegar a ser físicamente
Asimismo, en el ámbito psicológico también ubicarse algunos padecimientos, de los cuales proporcionamos los siguientes ejemplos (Turvey, 2011):
- Adicción a las drogas: Las personas adictas a las drogas sufren un deterioro de la capacidad de pensar racionalmente; asimismo, adoptan un comportamiento violento y progresivamente criminal en función de mantener su hábito de consumo de
- Alcoholismo: Los alcohólicos pueden envolverse en actividades ilegales debido a la falta de inhibición y al deterioro del pensamiento racional que resultan del consumo de alcohol. Los problemas de juicio, memoria y destreza de los alcohólicos pueden combinarse y aumentar su vulnerabilidad a daños provocados por sí mismos u
- Trastornos o defectos mentales: Los defectos mentales orgánicos y los trastornos mentales afectan de manera importante la forma en que las personas sienten, piensan, actúan e interactúan con otros individuos.
Factores exógenos
Rodríguez (2008) dice que “los factores exógenos, [son] aquellos que vienen del exterior del individuo, pueden ser de la más diversa especie, así desde los fenómenos naturales (temperatura, lluvia, desastres, etc.) hasta toda la estructura social, desde la familia hasta el Estado”. Entre todos los factores exógenos posibles, abordaremos el estado civil, educación, procedencia, carrera/profesión/ocupación, los lugares por los que se transita y los momentos en que las víctimas realizan sus actividades (Cabrera, 2010):
- Estado civil: Las personas que han enviudado o que se han divorciado tienden a deprimirse y a aislarse son más fácilmente victimizables.
- Escuela: Los centros educativos pueden tornarse victimógenos cuando las presiones de grupo no son controladas o se presenta una mala dirección pedagógica.
- Procedencia: Los extranjeros son propensos a convertirse en víctimas en tanto que en algunos casos no entienden el idioma del lugar en que se encuentran; no conocen la zona que visitan, sus costumbres; y en ocasiones también sufren discriminación y xenofobia. Un ejemplo claro de esto son los inmigrantes ilegales, quienes son explotados laboralmente, engañados y/o
- Carrera/profesión/ocupación: Turvey (2011) proporciona tres ejemplos de cómo la ocupación que las personas escogen inciden en su victimización: Muchos abogados y agentes que integran las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen contacto regular con criminales, lo que les expone a violencia o a venganzas. Las prostitutas, por otra parte, se introducen en vehículos de desconocidos para ir a lugares donde no serán vistas. Los traficantes de drogas se mantienen en presencia de estupefacientes, dinero y armas, los cuales, respectivamente, atraen crímenes y pueden ser usados para ejercer violencia. Rodríguez (2008) se expresa en el mismo
- Lugar y tiempo: En cuanto a este factor puede afirmarse que en las zonas urbanas, más masificadas, competitivas y anónimas se experimenta un aumento de victimización mayor que en las zonas rurales en las que todos se conocen. Asimismo, existen locaciones en que suelen haber más victimizaciones en determinados meses del año o días de la semana, como los sábados. Rodríguez (2008) agrega que si bien existen “Existen zonas victimógenas (que pueden coincidir o no con las zonas criminógenas), así como tiempos victimógenos, (…) no basta estar en el lugar y el momento equivocados para ser elegido(a) como víctima”.
A pesar de que muchas personas pueden presentar estos factores endógenos y/o exógenos, lo que puede afirmarse con certeza es que facilita[n] la victimización pero no la produce[n] necesariamente en todos los supuestos. Podemos encontrar dos personas con los mismos factores de victimización y una puede llegar a ser víctima y la otra no, de la misma manera que hay muchas personas que tienen factores criminógenos y no llegan a ser criminales (Cabrera, 2010: 117).