La psicopatía es un tema importante en la delincuencia violenta, la criminología ha estudiado y se ha interesado por conocer sus características desde sus inicios.
Se trata de personas con alta capacidad de manipulación, gran agresividad, que se caracterizan por su escasez de remordimientos y empatía. Realizan agresiones sistemáticas e impulsivas dirigidas a alcanzar un beneficio propio.
Además se descartaría en ellos un diagnóstico de enfermedad mental que pudiera afectar a su capacidad volitiva y/o cognoscitiva, de aquí derivaría la importancia del desarrollo de una herramienta que permitiera, junto con el análisis de un profesional, un diagnóstico diferencial.
Muchos son los autores que a lo largo de la historia definieron la psicopatía, pero dentro de estos en referencia a la herramienta PCL-R para la detección de esta podemos destacar a dos precursores:
En el siglo XX, la persona que mejor definió los rasgos de los psicópatas fue el psiquiatra americano Hervey Cleckley. En 1941 escribió “La máscara de la cordura” (The Mask of Sanity), donde hablaba de los psicópatas no criminales describiéndolos de este modo (Cleckley, 1976):
“El psicópata muestra la más absoluta indiferencia ante los valores personales, y es incapaz de comprender cualquier asunto relacionado con ellos. No es capaz de interesarse lo más mínimo en cuestiones que han sido abordadas por la literatura o el arte, tales como la tragedia, la alegría o el esfuerzo de la humanidad en progresar. También le tiene sin cuidado todo esto en la vida diaria. La belleza y la fealdad, excepto en un sentido muy superficial, la bondad, la maldad, el amor, el horror y el humor no tienen un sentido real, no constituyen ninguna motivación para él. También es incapaz de apreciar qué es lo que motiva a otras personas. Es como si fuera ciego a los colores, a pesar de su aguda inteligencia, para estos aspectos de la existencia humana. Por otra parte, es inútil explicarle dichos aspectos, ya que no hay nada en su conocimiento que le permita cubrir esa laguna con el auxilio de la comparación. Puede, eso sí, repetir las palabras y decir que lo comprende, pero no hay ningún modo para que se percate de que realmente no lo comprende.”
Cleckley expone que el psicópata carece de emociones, son incapaces de expresar y comprender el significado de las experiencias emocionales, lo definió como demencia o afasia semántica.
Robert Hare, actualmente el mayor experto en psicopatía, definió a los psicópatas de esta forma:
“La psicopatía es un trastorno de la personalidad que se define por una serie de conductas y rasgos de personalidad significativos, la mayoría de los cuales son mal vistos por la sociedad. El psicópata nos presenta una imagen de una persona preocupada por sí misma, cruel y sin remordimientos, con una profunda carencia de empatía y de la capacidad para relacionarse con los demás de manera natural. Lo que destaca de él es que están ausentes las cualidades esenciales que permiten a los seres humanos vivir en sociedad.”.
La definición del psicópata de Hare retoma las características planteadas por Clekley:
«Los psicópatas utilizan encanto superficial, manipulación, engaño, intimidación y violencia para controlar a otros y satisfacer sus propias necesidades egoístas,… Carecen de conciencia y sentimientos hacia los demás, con sangre fría cogen lo que quieren y hacen lo que les apetece, violando las normas y expectativas sociales sin el más leve remordimiento, culpa o vergüenza».
Hare realiza también una clasificación de diferentes tipos de psicópatas:
- Psicópata Primario: es un individuo que presenta un encanto superficial, es inteligente, no presenta delirios ni pensamientos irracionales, es informal, insincero, incapaz de experimentar culpa o remordimiento, falta de juicio práctico e incapaz de aprender de las experiencias, egocentrismo en extremo, pobreza afectiva e incapaz para amar, relaciones interpersonales escasas y tiene dificultad para seguir un plan de vida estable.
- Psicópata Secundario: correspondería a un individuo que es capaz de mostrar culpa y remordimiento, puede establecer relaciones afectivas, su conducta estaría motivada por problemas de índole neurótica.
- Psicópatas Disociales: serían individuos que presentan conductas antisociales y que pertenecen a un mundo marginal y poseen o tienen una subcultura propia. Tendrían una personalidad «normal» y serían capaces de funcionar adecuadamente dentro de su grupo, manifestando lealtad, sentimientos de culpa y de afecto.
Los principales rasgos de la psicopatía que se pueden extraer a partir de las diferentes definiciones y estudios realizados por diversos autores son:
- Inexistencia de alucinaciones o de otras manifestaciones de pensamiento irracional
- Ausencia de nerviosismo y de cualquier tipo de manifestaciones neuróticas
- Encanto externo superficial y notable inteligencia
- Egocentrismo patológico
- Gran pobreza de reacciones afectivas básicas
- Sexualidad impersonal, promiscua, trivial y poco integrada
- Falta de sentimientos de culpa y vergüenza (remordimientos)
- Indigno de confianza, mentiroso patológico y manipulador
- Pérdida específica de intuición
- Incapacidad para seguir cualquier plan de vida y para establecer planes futuros a largo plazo.
- Autovaloración exagerada (alta autoestima, narcisista y arrogante)
- Amenazas de suicidio raramente cumplidas
- Razonamiento insuficiente o falta de capacidad para aprender de la experiencia vivida
- Locuacidad
- Irresponsabilidad en las relaciones interpersonales
- Comportamiento fantástico y abuso de alcohol
- Búsqueda de nuevas sensaciones y estimulación constante
- Baja o nula tolerancia a la frustración.
Robert Hare desarrolló el PCL y posteriormente el PCL-R (escala revisada) , una herramienta clínica, que permite detectar la psicopatía mediante la valoración de unos ítems y distinguirlos de la delincuencia común o de simples desviaciones sociales.
La PCL fue desarrollada a partir de una lista de 100 ítems que se habían escrito para diferenciar presos psicópatas de aquellos que no lo eran. Se escogieron 22 ítems con base en su correlación con la descripción de psicopatía de Cleckley. Posteriormente, se eliminaron dos ítems y se modificaron algunos criterios de calificación, lo que originó la PCL-R, compuesta por 20 ítems
Se trata del instrumento de referencia a nivel internacional para la evaluación de la psicopatía en la población penitenciaria y en la práctica clínica y forense. Los centenares de estudios publicados hasta la fecha han demostrado su capacidad para detectar determinados perfiles delictivos así como predecir reincidencias, quebrantamientos de condena y conducta antisocial dentro y fuera de los centros penitenciarios.
El PCL-R proporciona una puntuación general de Psicopatía y puntuaciones en 2 factores(Interpersonal/Afectivo y Desviación social):
- Factor interpersonal: incluye aquellos ítems que hacen referencia a características interpersonales y afectivas.
- El factor de Desviación Social, abarca aquellos elementos relacionados con problemas de conducta, irresponsabilidad e impulsividad y con un déficit en la socialización del individuo.
Y por último en 4 facetas (Interpersonal, Afectiva, Estilo de vida, Antisocial).
Los estudios de fiabilidad y validez realizados con una muestra española de población penitenciaria han demostrado el fuerte paralelismo que existe entre las versiones original y española así como su eficacia y utilidad en nuestro contexto.
La puntuación total de la escala oscila entre 0 y 40.
Se compone de 20 ítems que el evaluador tarda aproximadamente 15 minutos en valorar con 0, 1 ó 2 puntos, a partir de la información recogida durante una entrevista semiestructurada, en la que puede emplear entre 90 y 120 minutos, incluida en el instrumento, y de la documentación disponible sobre el sujeto: historial delictivo, informes periciales, actas de juicios, historial laboral, valoraciones de iguales, etc.
Cada ítem se puntúa respectivamente con 0 si no es aplicable al sujeto, 1 si es aplicable parcialmente o en ciertos aspectos y por último con 2 si es totalmente aplicable al sujeto.
El profesional empleará aproximadamente 60 minutos en la revisión de la información colateral y los expedientes.
El punto de corte más frecuente para el diagnóstico es = >30.
Los 20 ítems que corresponderían a estos dos factores en la Escala de Calificación de Psicopatía PCL-R de Hare serían:
- Locuacidad / Encanto superficial.
- Egocentrismo / Sensación grandiosa de la autovalía.
- Necesidad de estimulación / Tendencia al aburrimiento.
- Mentira patológica.
- Dirección / Manipulación.
- Falta de remordimiento y culpabilidad.
- Escasa profundidad de los afectos.
- Insensibilidad / Falta de empatía.
- Estilo de vida parásito.
- Falta de control conductual.
- Conducta sexual promiscua.
- Problemas de conducta precoces.
- Falta de metas realistas a largo plazo.
- Impulsividad.
- Irresponsabilidad.
- Incapacidad para aceptar la responsabilidad de las propias acciones.
- Varias relaciones maritales breves.
- Delincuencia juvenil.
- Revocación de la libertad condicional.
- Versatilidad criminal.
La Sociedad Psiquiátrica Americana incluyó el término de “psicópata” en la primera edición del DSM (Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales). Pero en su tercera edición se cambió por el de trastorno de la personalidad antisocial.
El diagnóstico que utiliza el DSM-IV para referirse a la psicopatía es el Trastorno Antisocial de la Personalidad, conocido como TAP.
Los sujetos con TAP se caracterizan por:
Ingresos frecuentes en centros penitenciarios, socialización insuficiente o desviada, hostilidad de los padres, déficits en los modelos de educación, falta de autodisciplina, etc.
El concepto de Psicopatía y su relación diferencial con el trastorno antisocial de la personalidad ha ido cambiando considerablemente en los últimos años (Sutker, 1994; Sutker, Bugg y West, 1993; Widiger y Frances, 1987). En ocasiones estos dos conceptos se han utilizado indistintamente, mientras que en otras ocasiones se han utilizado con diferentes significaciones.
La psicopatía y el TAP no se pueden considerar constructos semejantes, según autores como Hare y Farrington, la diferencia reside en que la psicopatía es definida por un conjunto de rasgos de personalidad y conductas socialmente desviadas, mientras que el TAP se refiere principalmente a un grupo de conductas delictivas y antisociales, con lo que muchos delincuentes no psicópatas podrían incluirse en este último.
Mientras que la mayoría de los psicópatas cumplen criterios del TAP, únicamente una parte de los individuos que cumplen criterios de este trastorno son psicópatas. Gran cantidad de delincuentes encarcelados tendrían un diagnóstico de TAP (35% aproximadamente en España), sin embargo, menos de la tercera parte de ellos podrían ser diagnosticados de psicópatas.
La psicopatía no es sinónimo de la criminalidad, ya que muchos delincuentes no son psicópatas y por el contrario muchos psicópatas no son delincuentes, muchas personas con psicopatía no llegan a cometer un delito, tienen una vida social normal y únicamente usan su encanto y su habilidad para manipular a las personas de su entorno perjudicándolas y causándoles dolor, a nivel personal y profesional, sin ningún tipo de empatía ni remordimiento.
Este tipo es el que Hare denomina como Psicópatas de cuello blanco, ya que son igualmente egocéntricos, insensibles y manipuladores, como un psicópata criminal, pero su nivel de vida, su historia familiar, y sus circunstancias sociales les permiten llevar una vida aparentemente normal y conseguir todo aquello que quieren pasando por encima de otras personas arruinándoles la vida y quedando ellos impunes.
En cuanto a los estudios realizados para el análisis de la validez de la escala PCL-R encontramos en España, entre otros, el siguiente:
“Estructura factorial y validez discriminante del listado de psicopatía de Hare revisado”, realizado por Eliseo Chico Librán y J. M. Tous Ral (Universidad Rovira i Virgili y Universidad de Barcelona).
En este se describe lo siguiente:
“El objeto del presente trabajo fue examinar la estructura factorial y la validez discriminante del Listado de Psicopatía de Hare Revisado (PCL-R, Hare, 1991), utilizando como muestra un grupo de internos de prisión. El PCL-R es una escala de 20 ítems que se puntúan después de una entrevista y utilizando el expediente del interno. Se identificaron dos factores en el PCL-R y esta estructura factorial replicó la solución bifactorial de estudios anteriores. Los ítems del factor 1 estaban más directamente relacionados con un conjunto de rasgos de personalidad considerados por muchos clínicos como el núcleo de la psicopatía, mientras que los ítems del factor 2 estaban más relacionados con características conductuales y con estilos de vida crónicamente más inestables y antisociales.”
“Los objetivos principales de este estudio son: a) determinar si el PCL-R se compone de dos factores; b) determinar si el factor 1 engloba a una serie de rasgos de personalidad que se pueden considerar como características de Psicopatía, y si el factor 2 hace referencia a conductas socialmente inadecuadas, que indican impulsividad y estilos de vida inestable y antisocial; y c) determinar la validez discriminante de la versión española del PCL-R.”
En cuanto a los participantes en el estudio expone lo siguiente:
“El grupo de participantes en el presente estudio estaba compuesto por 305 internos presos en el Centro Penitenciario de Tarragona. Tenían una media de edad de 19,9 y una desviación típica de 3,8. El rango de edad fue entre 18 y 30 años. La participación fue voluntaria y ninguno de los internos que participó en el estudio estaba diagnosticado ni había sido diagnosticado de desorden psiquiátrico. Todas las pruebas fueron administradas de forma individual. Solamente se utilizaron dos criterios a la hora de seleccionar a los reclusos: a) que tuviesen una edad entre 18 y 30 años; y b) que tuvieran un nivel de lectura comprensiva adecuada.”
En cuanto a los resultados: las características psicométricas de la versión española del PCL-R fueron similares a las características de la versión original. Por consiguiente, se puedo considerar al PCL-R un instrumento relativamente válido y fiable de cara a determinar niveles de Psicopatía en poblaciones criminales.
“El PCL-R parece, pues, que es un instrumento útil de cara a una evaluación fiable del constructo de Psicopatía en poblaciones criminales, y una alternativa bastante razonable a otros procedimientos a veces difíciles y de diagnóstico subjetivo que ocasionalmente se utilizan. No obstante, existe alguna duda en cuanto a si el PCL-R se puede utilizar para evaluar Psicopatía en poblaciones que no están en prisión o poblaciones no criminales, dado que, aunque los 20 ítems del PCL-R se pueden aplicar a los psicópatas que consiguen evadir la justicia criminal, en estos casos, es difícil recoger suficiente información que nos permita rellenar los ítems de forma satisfactoria.